23 octubre 2009

PNL y Trampas del Lenguaje

Cuando le preguntas a alguien si sabe lo que es la comunicación siempre nos contesta de forma afirmativa: “es el acto de transmitir un mensaje para que un receptor lo reciba”.

Esta es una definición muy simple de un proceso tan complejo como es la comunicación, donde lo importante no es lo que diga el emisor sino lo que interprete el receptor. Sobre esto se ha escrito mucho (importancia del canal, ruido, …) pero en este artículo quiero introducir el concepto de “Programación Neurolingüística”:
    Programación Neurolingüística (PNL) es el estudio de nuestros patrones mentales. Nos permite conocer los procesos mentales que usamos para codificar información, y por lo tanto nuestra forma de pensar y de actuar
Con la introducción de la PNL se reconoce que el mensaje no depende sólo del mensaje en si mismo sino de otros factores como pueden ser el estado de ánimo del emisor y del receptor, nuestras creencias, valores, y por supuesto el modo en como asimilamos y procesamos la información.


En posteriores artículos profundizaré en el concepto más puro de la PNL, pero en este voy a centrarme en el estudio que esta hace de las Trampas del Lenguaje por la importancia que tiene en el proceso de comunicación, y por tanto en la Dirección de Personas.

En general, y por costumbres adquiridas, utilizamos un lenguaje impreciso que puede producir interpretaciones erróneas en el proceso de comunicación. La PNL define estas imprecisiones como Trampas del Lenguaje y las engloba bajo tres patrones:
  • OMISIONES
    • No se define completamente claramente el mensaje, dándolo por sobreentendido, con la creencia de que el receptor lo interpretará correctamente
      • Sujetos Imprecisos:
        • Los clientes te hacen la vida imposible (¿Qué clientes?)
        • No estoy de acuerdo (¿Con qué?, ¿con quién?)
      • Acciones imprecisas: 
        •  Necesita mejorar (¿Cómo?, ¿Cuál es el plan?)
      • Comparaciones sin referencia:
        •  Menos quejas (¿Menos sobre qué?)
        • Más contactos (¿Más sobre qué?)
      • Abstracciones:
        • Tenemos un problema de comunicación (¿Cuál es el problema?, ¿cuál es para ti la forma correcta de comunicarnos?)
      • Opiniones por hechos:
        • Esto no está bien (debemos expresarnos como “pienso que”, “creo que”. En caso contrario estaremos comunicando una verdad absoluta en lugar de una reflexión)  

  •  GENERALIZACIÓN

    • Construimos una verdad a partir de un hecho vivido con anterioridad y que creemos aplicable a todos los contextos.
      • Afirmaciones Universales
        • Siempre me resfrío en invierno (¿Siempre?)
      • Frenos y limitadores
        • No puedo (¿Qué me lo impide?, ¿Qué pasaría si lo hiciera?)
      • Controladores
        • Tengo que … , debo … (Dan sensación de obligación y de que el mensaje proviene de una tercera persona en lugar del emisor. Deberíamos variar por “quiero …. El planteamiento general es: ¿Lo quiero hacer porque sirve a mis objetivos o es por obligación?)
  • DISTORSIONES
    • Ocurre cuando establecemos asociaciones erróneas entre componentes de alguna vivencia, y lo aplicamos como regla.
      • Acusaciones
        • Esta empresa me quita las ganas (¿De qué manera exactamente?)
      •  Interpretación
        • Mi jefe habla con voz tensa, estará enfadado conmigo (¿Por qué suponer esto?)
Cada vez que nos comunicamos debemos recordar estos patrones y evitarlos para que el proceso de comunicación sea claro y no deje espacios que provoquen que el receptor interprete de forma incorrecta el mensaje que el emisor transmite.

Reflexiona acerca de las veces que haces uso de ellos y pon especial interés en corregirlos cuando sea importante que en tu comunicación no queden dudas.

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