Estamos en crisis, ya no se habla de suave desaceleración sino de una más que manifiesta crisis y con unas perspectivas que poco hacen pronosticar la tan anunciada recuperación.
Ante una situación como esta podemos pensar que lo mejor es esperar a que pase la tormenta, llevar el barco a puerto y esperar a que empiece a brillar de nuevo el sol y aparezcan los esperados “brotes verdes”, la primavera de los negocios y el desarrollo empresarial.
Una actitud conservadora, hasta incluso lógica, pero adoptándola perderemos las grandes oportunidades que aparecen durante épocas como las que estamos viviendo y de las que siempre surgen oportunidades de mejora y negocios de éxito que consiguen posicionamiento y consolidación.
Tenemos ejemplos de grandes empresas que surgieron en momentos de depresión como Procter & Gamble, Disney, McDonald’s y General Electric entre otras. Empresas que supieron ver la gran oportunidad de desarrollar sus negocios cuando los demás recogían velas y esperaban tiempos mejores obsesionados con la reducción de costes y la eliminación de la “grasa innecesaria”.
El momento es difícil, con el crédito bancario bajo mínimos, la cifra de negocios reduciéndose significativamente respecto al año anterior y un mayor volumen de impagados, pero también es un momento de oportunidades.
Unas oportunidades que sólo podremos aprovechar si trabajamos pensado en el medio-largo plazo, interpretando como será el mercado después de la crisis, revisando nuestro modelo de negocio y preguntándonos si nuestro plan estratégico está alineado con las necesidades y el mercado que esperamos.
Es imprescindible que evaluemos nuestras capacidades actuales para asegurarnos que nos permitirán desarrollar el plan estratégico, y no debemos tener dudas en invertir para mejorar aquellas sobre las que detectemos debilidades que puedan poner en peligro el desarrollo de nuestra estrategia.
Es un proceso complicado, que en algunos casos hará necesaria la colaboración de consultores externos, pero que debemos abordar con valentía aplicando cambios profundos si fueran necesarios y eliminando actitudes ancestrales del “siempre se ha hecho así” que tan a menudo nos impiden avanzar.
Revisemos todas y cada una de las líneas de negocio, reforzando aquellas en las que esperamos un mayor crecimiento, creando nuevas líneas si detectamos potencial y valorando la conveniencia de continuidad para aquellas sobre las que no esperemos un recorrido futuro.
La tormenta pasará y sólo aquellas empresas que hayan sabido aprovechar este momento para buscar nuevas oportunidades estarán en la cresta de la ola mientras otras la deberán remontar. Esta crisis redefinirá las reglas de los negocios, se producirán grandes cambios y los cambios siempre traen oportunidades así que miremos al horizonte, despleguemos las velas y naveguemos con un objetivo claro, conociendo nuestro rumbo y buscando los mejores vientos en esta época de tormenta.
20 octubre 2009
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Sin duda la crisis que estamos viviendo en la actualidad pasará a la historia como uno de los cracks financieros más importantes de los últimos cien años, debido al profundo impacto que está teniendo en la economía real y que por desgracia todavía tendrá.
ResponderEliminarCoincido en que estamos viendo momentos complicados, muy complicados, para muchas familias pero también es cierto que es época de nuevas oportunidades.
Como ha pasado históricamente en las épocas de recesión y posterior crisis el ingenio se agudiza de forma sorprendente. Aunque casi ya podemos empezar a hablar de postcrisis en la mayoría de países, menos en España claro… Spain is diferent!
Me gustaría remarcar, que bajo mi opinión una fase de recesión económica no tiene porqué derivar en una crisis necesariamente. Lo que se produce, es una desaceleración económica, que gestionada de forma correcta se puede llegar a superar sin graves consecuencia ni económicas ni sociales.
Si bien es cierto que para las empresas que todavía aguantan el tipo se abre nuevo escenario para reorientarse, creo que la parte más interesante de estas nuevas oportunidades es para los nuevos emprendedores.
Durante los últimos 10 años parecía que estaba todo “inventado” y que no cabía lugar para nuevas empresas con nuevas ideas. Por fin ha llegado la hora de que podamos, al menos, intentar hacernos un hueco en una sociedad, quizás hoy, un poco más humilde.
Desde mi punto de vista, después de la crisis, la comunicación Empresa-Cliente será mucho mas bidireccional de lo que es en la actualidad.
ResponderEliminarTambién habrá mas comunicación "paralela" entre clientes de una misma Empresa a través de Redes, 2.0, foros, etc....
Actualmente (hablo en general) los clientes no se conocen entre si y la relación entre la empresa y sus clientes es "secreta". Estoy seguro que eso cambiará en mayor o menor medida en un futuro cercano.